viernes, 2 de mayo de 2014

PRIMEROS SIGLOS

San Atanasio, venerado en Egipto.
Obispo de Alejandría y doctor de la Iglesia,
Recopilación a la Homilía del P. Santiago Martín

En los primeros siglos se decía que Cristo era hombre,
profeta, enviado, mensajero de Dios.
Sin embargo, San Atanasio* defendió la divinidad de Cristo.
Fue perseguido por su –confesión de fe-.
“Cristo muerto y resucitado es verdadero hombre
y veradero Dios.
San Atanasio defendió también la divinidad de la Virgen María.
Para él, Cristo tuvo que nacer de un ser igual de divino a Él.
Madre Santísima de Dios, sin ser diosa.

Reflexión:
Quienes atacaron a este valiente santo, fueron los herejes
de ese tiempo; gente común y silvestre, gente simple, 
que no podía entender la "Concepción de Jesús por obra
y Gracia del Espíritu Santo", la "Resurrección del Señor",
su "Ascención al Cielo".
Ellos eran como -los toros que locamente, 
embisten contra el torero-.

Pero los herejes de hoy, son mucho más complicados,
atacan a la Iglesia porque no les conviene a sus intereses personales.
No les conviene el Evangelio, la Palabra del Señor,
y aplican el adagio de que:
 “Todo lo que es milagroso, es sospechoso”.
Lo más desconcertante y triste es que algunos de los herejes
actuales están dentro de la misma Iglesia y atacan el Evangelio,
cuya comunicación oral  y repetida, fue una tradición, 
que se iba poniendo por escrito, desde los primeros siglos.

La Divinidad de Cristo y su Doctrina, molesta a los herejes de hoy.
Hablar sobre adulterio, de los no nacidos, de la defensa a la vida, de las responsabilidades laborales, de los deberes como personas,
está fuera de la conciencia de muchos; se volvió de cada uno,
-cumplir con su conciencia o no, y, como decía San Juan Pablo II
 y El Papa Emérito Benedicto XVI.
-La Palabra de Dios no se puede tocar-

Debemos afinar nuestro celo católico, para evitar la confusión 
de los argumentos herejes de la época actual.
-Lo que más duele al Hijo son los agravios a la madre-, pues,
“Donde entra la duda, entra la perturbación”.
Digamos un sí a la fe, como María Santísima dijo SÍ,
al Arcángel Gabriel. María! Siempre Virgen.
FE VIVA 
la fe de San Atanasio, que se opuso a los ataques contra 
la divinidad de Cristo y su Madre Santísima.


* Mi abuelito Atanasio (1880-1955)