SEÑORA y medianera al cielo

MADRE CELESTIAL ven, arrulla el corazón de mis amados para que entiendan que tu imagen refresca nuestra vista como cuando posamos los ojos en el Firmamento de una aurora o en el ocaso...del sol que se despide detrás de las montañas, o en el horizonte del mar..

Que si estás en el fuero interno de nuestra alma, ésta se alivia por las penas innecesarias que la vida, propia o ajena nos lega. 

Permite que tu manto nos cubra en la ternura de tu amor. Hoy, menos que mañana, percibo sed inmensa de indulgencia. Liviana de egoísmo te entrego mi gran deseo de armonía. 

Ampárame para que no me sientan competidora en la \recta final de mi partida/, dónde tan solo la PAZ es mi seguridad y el sueño, antelación al desapego del inminente adiós. 

A Ti, SEÑORA MÍA me consagro.