martes, 14 de mayo de 2013

¡Cuanta necesidad tengo de Ti


 
Quédate Señor conmigo, porque en esta noche de la vida y
de los peligros, deseo ver tu claridad, muéstraTe y haz que te conozca, como tus discípulos, en el partir del pan, es decir, que la unión Eucarística sea la luz que aclare mis tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única dicha que embargue mi corazón.
Quédate Señor conmigo, para cuando llegue la muerte, estar junto a Ti y si no realmente por medio de la Sagrada Comunión, al menos tener mi alma unida a Ti, por la gracia y por un abrasador amor. 
Quédate Señor conmigo, deseo sentir tu adorable presencia y tus regalos divinos, que no merezco, pero tu residencia en mí por la gracia, es lo que de verdad  te pido.
Quédate Señor conmigo, pues a Ti solo busco, tu amor, tu intimidad, tu corazón, tu espíritu, tu gracia y tu perdón.
Te busco por Ti mismo, porque te amo; no te pido más recompensa que amarTe cuanto pueda, amarTe con todo mi corazón en la tierra, para seguir amándoTe con perfección por toda la eternidad, así sea.
Devocionario Oremos de los Redentoristas
¡No al aborto!

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