jueves, 27 de marzo de 2014

SÚPLICA

Piensa en el dueño de la vida, invoca su presencia,
misericordia y piedad.  
Somos sus hijos y Él solo quiere nuestro bien,
por eso estamos aquí.
Toca mi corazón, Señor Jesús!
Padre Santo, mar inagotable de ternura,
tócalo y verás, como despiertan los sueños
enterrados en las raíces humanas.
 
Cúbreme con tu presencia que tengo frío,
y a veces,  me da miedo...
Padre Eterno, lléname de paz.
Creo que tus pies caminaron por el mundo,
detrás de mi sombra huidiza.

Aun, me falta voluntad para derribar mis castillos,
las altas murallas de mi egoísmo...
Deseo volver a Ti y ser transparencia.
Toca mi corazón, Señor Jesús!
Tócalo, y verás, cómo despiertan los sueños
enterrados en las raíces humanas.
¡Cuaresma! Tiempo 
para acercarnos 
al Dios de la vida, 
al Padre del amor.

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