En aquellos días, decía Pablo a los
presbíteros de la Iglesia de Éfeso: "Tened cuidado de vosotros y del
rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la
Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os
deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del
rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los
discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de
noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en
particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene
poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos. A nadie le
he pedido dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han ganado lo
necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es nuestro deber
trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del
Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir.""
Cuando terminó de hablar, se pusieron
todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo
besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a
verlo. Y lo acompañaron hasta el barco. Hechos 20,28-38
Oración del Señor al Padre
En aquel tiempo, Jesús, levantando los
ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre Santo, guárdalos en tu nombre, a los
que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo
guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió,
sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura.
Ahora voy a ti, y digo esto en el
mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu
palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy
del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No
son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu
palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al
mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la
verdad."Juan 17,11b-19. Casa para tu FE Católica