Reseña a la Homilía del
Padre Salomón Bravo, en la fiesta de
Nuestra Señora de Chiquinquirá, Patrona de
Colombia.
“Al mirar su imagen,
dejémonos interpelar si –la escuchamos-
para construir una sociedad con Cristo
en el corazón,
entregando al prójimo justicia y paz”.
La experiencia colombiana
nos muestra que nos hemos desviado,
que hemos “perdido el norte”.
-Que no hemos seguido el
modelo de la Virgen María,
la mejor discípula, quien escuchó la Palabra del Señor
y la llevó a feliz término aceptando ser la madre biológica
de nuestro Salvador-.
La Virgen, en el mutismo de
su alma, siempre
“estuvo dispuesta a obedecer, dejando su corazón para Dios.
Nosotros, como sus hijos adoptivos”, en Juan, debemos seguir
su modelo de amor.
“Cuestionémonos si al
hablar pronunciamos “palabras edificantes”
o si por el contrario debilitamos
nuestras relaciones familiares,
de trabajo, en el vecindario y las fraternales.
El Rosario, mejor oración para rezar
en familia.
En su rezo están todas las oraciones.
Nos persignamos y nos damos la bendición.
Rezamos el Credo, acto de Fe.
El Padrenuestro, oración del
Señor a los apóstoles.
Cinco casas de diez Avemaría, así recordamos el saludo del
Ángel Gabriel y de Isabel y
María.
Entre casa y casa, se dice el Gloria,
con lo cual invocamos a la Santísima
Trinidad.
Los misterios contemplan la vida pasión y muerte
de Nuestro Señor Jesucristo y son:
Lunes y sábado: Misterios Gozosos
Martes y viernes: Misterios Dolorosos
Miércoles y domingo: Misterios Gloriosos
Jueves: Misterios Luminosos
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