Señor
Dios Nuestro,
¡Qué admirable
¡Qué admirable
Obra de
tus dedos,
La luna
y las estrellas
que has creado,
que has creado,
¿qué es
el hombre
para que te acuerdes
de él, el ser
humano
para darle poder?
para que te acuerdes
de él,
para darle poder?
Lo
hiciste inferior a los ángeles,
lo
coronaste de gloria y dignidad,
le diste
el mando sobre
las obras de tus
manos, todo lo
sometiste bajo sus pies.
manos,
Rebaños
de ovejas y toros, y hasta
las bestias
del campo, las aves
del cielo, lo peces del mar,
del campo,
"No améis al mundo ni lo
que hay en el mundo.
que hay en el mundo.
Si alguno ama al mundo,
no está en él el amor del Padre.
no está en él el amor del Padre.
Porque lo que hay en el mundo
–las pasiones
de la carne, y la
codicia de los ojos, y la arrogancia
del dinero–, eso no procede
del Padre, sino que procede codicia de los ojos, y la arrogancia
del dinero–, eso no procede
del mundo.
Y el mundo pasa, con sus pasiones.
Y el mundo pasa, con sus pasiones.
Pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre".
permanece para siempre".
Palabra de Dios
¡No a la guerra, al
aborto, ni
a la ideología de género!