martes, 8 de diciembre de 2015

AÑO DE LA MISERICORDIA



A tu Honra y Gracia Oh! Madre Inmaculada!
































































Santa María, Madre de Dios y nuestra,
 en súplica permanente te pido conservar 
mi corazón desinteresado y solo Contigo
 comprometido.
Ayúdame para que sano en intenciones y anhelos, 
semeje las cristalinas aguas de un lago, en un 
ambiente lejano y silencioso.
Déjame sentir la ternura de tu mirada.
Cobíjame con tu manto para no entristecerme.
Que mis afectos sean sinceros para descubrir 
la necesidad de quien revele el rostro de tu adorable 
Hijo Jesús.
Que fuerte mi corazón, no se fragilice al primer 
intento de apoyo.
Un corazón amable, que no aparente lo que no siente.
Un corazón que perdone sin esfuerzo y 
no lastime otros corazones.
Un corazón imitador de tu silencio para no juzgar, 
ni penetrar en el íntimo campo de las 
intenciones ajenas.

Que no perciba el mal e ignore el que existe, a mi lado.  
Deseo Madre amorosa confiar en Ti, como aquel 
septiembre 10. 
Que no exija, más de lo que me entregan, ni calle, 
parloteando ingratitud interior.
Que me alimente de misericordia, para que llegue
la compasión a mi alma.
Intercede para que jamás me falte Luz.
 
Que espere en el QUE todo lo puede y se da,
para forjar un Corazón Samaritano.
Madre purísima a Ti deposito mi confianza.





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