miércoles, 14 de diciembre de 2016

Quieres saber qué hacía?

Un aislamiento, apoya mi humanidad a la actividad física…
sin encontrar qué hacer…¡No quiero hacer nada!
Divaga mi alma…¡algo encuentra!
Es el sendero por otros recorrido para embelesar los sentidos
del amor infinito. 
Ahí, dentro, paciente y en silencio está ÉL anhelante… 
Seguramente espera a que detenga mis deseos y aquiete la ansiedad.
Pobre de mí en la miseria de mi ignorancia, de mis recónditos vacíos…
Solitario, nada qué ver con estar “a solas”…
Hay instantes en los cuales el alma busca silencio, otros 
llamarían soledad…Van de la mano, pienso…
…Soy inmensamente feliz…
Espero...en la espera de la esperanza.

Te regalo el concepto que de mi presente estado, 
otros han dicho:

San Juan de la Cruz 
¿A quién se instruirá en el conocimiento?,
¿a quién se le hará entender lo que oye? Y él responde:
A los destetados de la leche, esto es, de los jugos y gustos, 
y a los retirados de los pechos, esto es, de las noticias 
y aprehensiones particulares.

Altísima sabiduría y lenguaje de Dios, la contemplación,
se puede recibir en espíritu callado y desarrimado de sabor de
noticias discursivas.
Isaías 28, 9.

“Lo que era para mí ganancia, lo considero por Cristo,
como pérdida; ante el sublime conocimiento de Cristo Jesús,
mi Señor.” San Pablo

“Jesús, el Amado de nuestras almas, viene a nosotros y halla
nuestro corazón lleno de deseos, de afectos y de pequeños gustos.
No es esto lo que ÉL busca, querría hallarlo vacío para hacerse
dueño y guía suyo.
San Francisco de Sales.

“Entregarse! no buscar satisfacción propia, aceptar la voluntad divina.” 
Santa Teresa Courderc

“Desarmado de tener la razón, justificarme, descalificando a los demás.
Acoger y compartir. Acepto sin pena, renuncio /al comparativo/.
”Patriarca Atenágoras-

Citas recopiladas de abandono.com

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