martes, 4 de abril de 2017

PONLE NOMBRE

¡Señor!
Ilumina mi alma para este escrito que no debe nombrar
la causa de pecado, dolor y enfermedad.
Que un diccionario no puede suprimir el vocablo
y menos en lenguas habidas.

Por tanto, PADRE CELESTIAL, te ruego estar 
conmigo ahora, cuando debiera amar tu Presencia 
en la Eucaristía.
Escogí el momento que con tu amor mostraste a mi
impotente talento para hablar de un /algo/ que
confunde mis sentimientos y eriza mis sentidos.

Cuando me pidieron escribir sobre ese “algo”,
no supe qué decir…

Desgajo sufrimiento por las almas que la sienten y
lamento no poder ayudarlas.

“Para mí ese /algo/ es la pasión adversa al honor.
La plena oscuridad sin luna.
La indigencia del pensamiento.
La contradicción a la creación.
La pasión –descarada-con múltiples –caretas-.

Ella que se nutre de desamor, venganza y rencor.
Que teje fuertes hilos de ira, vanidad y orgullo,
es el Goliat de la inercia de AMOR que deja
inmóviles a inocentes, indefensos y desamparados.

¡SEÑOR JESÚS! Camino, Verdad y Vida.
Ayúdanos a practicar tu doctrina de paz.

CORINTIOS 13.  

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