Orar es hablar con Dios, una
necesidad del alma. No esperes a que llegue un momento
crucial. La espiritualidad
es parte de nuestra existencia, que a veces, dejamos de lado. Nuestra alma se
aísla, nos volvemos indiferentes a la Presencia de Dios hasta que el frío y la
oscuridad no permiten que recordemos cual es nuestra Fuente. Si creemos que
somos autosuficientes estamos equivocados.
Cuando sientas que tu agobiada alma no tiene
salida,
mira el cielo, desde allí Dios te observa
porque el cielo es
Él mismo, solo que nosotros no vemos sino
nubes…
Cuando tu noble alma sienta que está sola,
mira el entorno,
la naturaleza hablará por Dios y lo
encontrarás en el color y
aroma de las flores, en la semilla de las
plantas,
en el tronco de un árbol.
Cuando no sientas el espíritu…
Haz un paseo por el campo, escala una montaña.
Encontrarás que el aire te habla de Dios, en
el
silencio y el aislamiento. Te comunicarás con
Él…
Entrará la paz a tu corazón y sabrás que está
ahí.
Por esto y mucho más comparto contigo
pensamientos
de felicidad que el Señor me
ha regalado.