martes, 27 de marzo de 2012

Ríos de muerte...






Ayer meditábamos sobre las muestras de “vida”, 
con la fiesta de la Anunciación de María.
 
Hoy meditemos sobre la “otra cara de la moneda”…

Las actitudes de muerte y los ríos de esterilidad que corren
por el mundo.

Los fármacos, la píldora del día siguiente, los anticonceptivos
y el aborto*, son unos pocos ejemplos de muerte.

La mujer no quiere tener hijos y algunas de las que se embarazan,
 los dan en adopción, cuando no los abandonan.

Otros episodios de muerte es lo que algunos medios de comunicación, 
infunde en el corazón de los jóvenes con vocación sacerdotal.
Miedo, vergüenza y desconcierto.

Los jóvenes que son seres incautos, desprotegidos de valor
espiritual, y abonados de cuanta secta aparece,
se dejan contagiar del malverso entorno para mostrar afinidad
con los grupos que juegan a la “filosofía” y/o personas con quienes se relacionan.
Por complejo e ignorancia, se muestran como militantes 
y adeptos de un paganismo, al cual no pertenecen.

Muestran identifiación de vestuario, color, peinado, música y actitud.


“El que está alimentado del Río de Dios crece”.
Por ello:
“La fe de los cristianos debe salir como un río que lava y riega 
la fragilidad humana, para dar a conocer con testimonio de vida, su fe
 y no esconderla, ni permitir que nos confundan en los misterios.