“SERENIDAD, para tener el tesoro de la paz
interior. “Tu barca se agita y amenaza naufragio, porque Cristo duerme dentro
de ti. Cuando en el mar de este mundo descubres que los buenos son perseguidos
y los malos triunfan*, surge la tentación, se encrespan las olas. Tu alma dice:
Despierta a Jesús en ti y dile de corazón: ¡Maestro, que perezco! Entonces él
despertará, y volverá la fe a tu corazón.”
“SABIDURÍA, para actuar como tu quieres. “Entra
en ti mismo y deja atrás el ruido y la confusión. Mira dentro de ti. Escucha la
palabra con calma para entenderla.
“AMOR, para sentirte a mi lado. “Donde está
el amor ¿qué puede faltar? Y si el amor no está ¿qué puede valer?.” Quita la
fe, y desaparece lo que crees; quita la caridad, y desaparece lo que haces. La
única fe purificadora es la que obra por amor”.
“PERSEVERANCIA,
para cuidar los detalles que te agradan. ¿Quieres ser grande? Comienza por lo
más pequeño. Cuanto más alto sea el edificio que se desea levantar tanto más
profundos se cavan los cimientos. “La construcción de un edificio continuamente
va subiendo; en cambio, el que abre las zanjas va bajando. Por consiguiente,
todo edificio, antes de alcanzar su altura, debe descender, y el remate se
yergue después de haber descendido”.
“SALUD,
para aprovechar la vida que me has prestado.
“OBEDIENCIA,
aceptar siempre tu santa voluntad.
Monseñor
Alirio López Aguilera
*El amor a los enemigos Mateo 5: 43 a 45.
“Habéis oído que fue dicho:
Amarás a tu prójimo y
aborrecerás
a tu enemigo. Pero yo os digo:
Amad a vuestros enemigos y
orad por los
que os persiguen,
para que seáis
hijos de vuestro
Padre, que está en los cielos,
que hace salir el sol sobre malos
y buenos y llueve sobre
justos e injustos”.
Padre, que está en los cielos,
que hace salir el sol sobre malos
y buenos y llueve sobre
justos e injustos”.
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