"Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:
"Seréis
santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni
defraudaréis ni engañaréis a ninguno de vuestro pueblo.
No juraréis en falso
por mi nombre, profanando el nombre de Dios.
Yo soy el Señor.
No explotarás a
tu prójimo ni lo expropiarás.
No dormirá contigo hasta el día siguiente el
jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego.
Teme a
tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias
injustas.
No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico.
Juzga con justicia a tu conciudadano.
No andarás con cuentos de aquí para allá,
ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo.
Yo soy el Señor.
No
odiarás de corazón a tu hermano.
Reprenderás a tu pariente, para que no cargues
tú con su pecado.
No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes,
sino que
amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor."
Levítico
19,1-2.11-18. Casa para tu fe Católica
¡No al aborto!
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