Con el corazón en la mano
Te amo Señor por hacerme a tu imagen.
Por darme el albedrío para perfeccionar mi genética.
Gracias por mis padres, seres que siendo disciplinados, me
enseñaron la riqueza de amar el trabajo y el estudio y en la
ética,
cumplir mis labores con honesta creatividad.
Gracias Padre por darme la felicidad de aumentar a mis setenta
y cinco años de vida, treinta y ocho de la existencia de mi hijo;
treinta y cinco, para complementar mi dicha con mis hijas;
siete de verme acompañada por mi nieta y cuarenta y tres
con mi esposo.
Gracias Señor por dar a mi existencia el apoyo de un alma
sencilla,
con corazón fuerte, en un compañero auténtico.
Gracias Trinidad Santa por alimentar mi corazón palpitante
al deseo del servicio.
Gratitud eterna de ser favorecida en la advocación
de la Virgen de Lourdes.
Gracias Señor porque
en la adversidad del fuego y el agua,
me rescataste para
darme de nuevo la vida.
Porque en el tránsito
vehicular, me libraste.
Gracias por cuánta adversidad fatal se ha presentado...
Vuelves a darme la vida para continuar conociéndote,
hincándome a Ti para merecer tu amor.
¡Soy feliz! Señor...
No permitas que lo que
me falta por vivir, se desvanezca
en trivialidades con
mis amados, por la fragilidad de mi
desconocimiento, la
ignorancia a mi crecimiento
y la miseria de mis
equivocaciones.
Asísteme Señor con tu voluntad.
Gracias Madre, abrazos
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