lunes, 25 de junio de 2018

¡OH! “ SEÑOR,

cómo quisiera
en cada aurora aprisionar el día, 
y ser tu primavera
en gracia y alegría,
y crecer en tu amor más todavía.

 En cada madrugada
abrir mi pobre casa, abrir la puerta, 
el alma enamorada,
el corazón alerta,
y conmigo tu mano siempre abierta.

Ya despierta la vida
con su canción de ruidos inhumanos;
y tu amor me convida
a levantar mis manos
y a acariciarte en todos mis hermanos.

Hoy elevo mi canto
con toda la ternura de mi boca,
al que es tres veces santo,
a ti que eres mi Roca
y en quien mi vida toda desemboca. Amén.

BAJE A NOSOTROS LA BONDAD DEL SEÑOR
Señor, tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.

Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.
  Salmo 89 -

Recordad que Dios ha querido probarnos como a nuestros padres. 
Recordad lo que hizo con Abraham, las pruebas por que hizo 
pasar a Isaac, lo que aconteció a Jacob. Como les puso a ellos 
en el crisol para sondear sus corazones, así el Señor nos hiere 
a nosotros, los que nos acercamos a él, no para
castigarnos, sino para amonestarnos." Jdt 8, 21b-23

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