En los aires suspendido de invisibles hilos elásticos se imprimía
un suave movimiento; veíanse gran número de
ángeles sosteniendo
banderolas con letras de oro que decía: “Gloria In Excelsis!
Por las montañas prometían a los pastores que no
echarían de menos
en el camino, ni el alumbrado de gas, ni las luces
eléctricas.
La estrella que guiaba a los Reyes Magos era una
verdadera
estrella que esparcía sus brillantes reflejos sobre el
celestial semblante.
P. Luis Coloma, S.J.
El pasado a tu Misericordia,
el presente a tu Amor,
el futuro a tu Providencia.