de lo que sabemos pedir.
Da a tu pueblo
espíritu de sabiduría,
ilumina los ojos de su corazón,
para que acoja en tu palabra
el fermento de toda su vida,
de la familia y la sociedad,
del trabajo y del descanso,
de la niñez y de la juventud,
de los adultos y de la vejez.
Juan Pablo II
¡No al aborto!
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