En el Padre Nuestro,
oración espiritual, está /implícito/…
“lo que necesitamos, mostrar
a Dios.”
/No son necesarias más
palabras/:
“Cuando decimos: No nos dejes caer en
la tentación,
nos
exhortamos a pedir la ayuda de Dios, no sea que,
privados de ella, nos
sobrevenga la tentación y
consintamos ante la seducción o cedamos ante la
aflicción.”
“Cuando decimos: Líbranos del mal,
recapacitamos que aún
no estamos en aquel sumo bien
en
donde no será posible que
nos sobrevenga mal alguno.
Y estas últimas palabras
de la oración dominical abarcan tanto,
que el cristiano,
sea cual fuere la
tribulación
en que se encuentre
tiene en esta petición su modo
de gemir, su
manera de llorar,
las palabras con que empezar su oración,
la reflexión en la
cual meditar
y las expresiones con que terminar dicha oración.
Es, pues, muy
conveniente valerse de estas palabras
para grabar en nuestra memoria todas
estas realidades.”
de que partan y como el Padre,
ser indulgentes a sus fallas.