En el Padre Nuestro,
oración espiritual,
está /implícito/ “lo que necesitamos, mostrar a Dios.”
/No
son necesarias más palabras/:
“Por
tanto, al decir: Santificado
sea tu nombre,
nos amonestamos a nosotros mismos para que
deseemos
que el nombre del Señor, que siempre es santo en sí mismo,
sea también
tenido como santo por los hombres, es decir,
que no sea nunca despreciado por
ellos; lo cual, ciertamente,
redunda en bien de los mismos hombres y no en bien
de Dios.”
“Y,
cuando añadimos: Venga a nosotros
tu reino,
lo que pedimos es que crezca nuestro deseo de que
este reino llegue a nosotros y de que nosotros podamos
reinar en él, pues el
reino de Dios vendrá ciertamente,
lo queramos o no.”
“Cuando decimos:
Hágase tu
voluntad así en la tierra como en el cielo,
pedimos que el
Señor nos otorgue la virtud de la obediencia,
para que así cumplamos su
voluntad como la cumplen
sus ángeles en el cielo.”
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