sábado, 3 de octubre de 2015

OH! CRISTO BENDITO

Hermoso compañero de mis noches.
Das paz a mi alma cuando detecto en mi mano, 
tu diminuta figura, en filigrana, de metal tallado.
Este no es mi Cristo en filigrana
          Desgajas en mis dedos los rezos y entre ellos,  
tu caricia de atajo…  
Eres el tibio ropaje a mis desvelos y estimulante 
toque de la flor del raso.  
Mi corazón te invita! Estás ahí, a mi lado…
Inmóvil me presiento y no respiro, te llamo…
No quiero que te esfumes, que me dejes orando.
Haces que penetre tu incomparable compañía, 
sin la interrupción de la callada noche…
Te llamé muchas veces…Me oísTe?  
Hacía presencia el alba…Había silencio.
Esquiva luz me acompañaba, robándole al 
anhelo de tu Presencia mi alma.
Percibo tu distancia en el silencio y soledad. 
Cerca está la alborada.
Reapareces como el tenue destello de un 
sol distante que apenas se cuela por las nubes, 
no te veo, te siento.
Oh! Cristo Bendito, que haces Presencia con el amor 
del sueño y el desvelo.
En inquietante esfuerzo por mantenerme 
sosegada y FELIZ!  Se hunde mi alma en un 
suave letargo…
Sueño, quiero saber que estoy despierta…
Siento el roce de un pétalo de rosa, 
es mi Cristo Bendito, de metal tallado…
Hoy No pude ausentarme al despertar el día, 
para seguir gozando de mi sueño, con la 
ansiedad de sentirTe a mi lado, en mí…
 
Abrí la puerta, salí a buscarTe…
Miré el Firmamento y te encontré de nuevo…
FuisTe la imperceptible brizna que recibió 
mi rostro como suave caricia al despertar
la aurora. Estabas ahí? Sí. 
Siempre estás en el suspiro de mi despertar…
Oh! Cristo Bendito, en filigrana, de metal tallado…

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