En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Héme aquí, oh mi amado y buen Jesús, de
hinojos ante
vuestra santísima presencia, pesaroso y arrepentido
de haberos tantas veces ultrajado con mis faltas
y desórdenes.
Dignáos acoger mi arrepentimiento y concededme la
gracia
de meditar devótamente vuestra pasión dolorosa, a fin
de obtener
por este medio el perdón de mis pecados
y ganar las santas indulgencias
una de las cuales intento aplicar
por mi y las demás en sufragio de las
benditas almas del purgatorio.
Así sea.
Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
que por tu Santa
Cruz, redimiste al mundo.
Oh
María Madre del dolor ya que vos nos distéis a Vuestro Hijo
para que nos
salvara, nosotros depositamos en vuestros
brazos nuestro corazón y el de todos
los seres que nos
son queridos para que vos los salvéis.
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