y ardiente sal de la tierra,
ciudad esbelta en el monte,
fermento en la masa nueva.
Vosotros sois los sarmientos,
y yo la Vid verdadera;
si el Padre poda las ramas,
más fruto llevan las cepas.
Vosotros sois la abundancia
del reino que ya está cerca,
los doce mil señalados
que no caerán en la siega.
Dichosos, porque sois limpios
y ricos en la pobreza,
y es vuestro el reino que sólo
se gana con la violencia. Amén
Señor,
Dios de nuestros padres, que concediste a san Joaquín
y a santa Ana el
privilegio de tener como hija a María,
la madre del Señor, concédenos, por la
intercesión
de estos dos santos, la salvación que has prometido a tu pueblo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
Sugerido: https://www.youtube.com/watch?v=ctAJohL-rx8 El Monte de los Olivos.