Hoy, cuando la soledad y el abandono son los compañeros de los adultos mayores, he reflexionado el porqué buscamos, valga la redundancia,
compañía, aunque sea para una cita médica…
“Muchísimos de cuerpo débil y enfermizo, llegarían a ser fuertes y sanos
con solo dar a Dios la oportunidad de manifestarse en sus obras”.
Quiero decir:
“No te cierres al divino flujo. Haz algo mejor que esto:
Ábrete a él. Solicítalo, fluirá a destruir los obstáculos que lo embarazan”.
“Mis palabras son vida para quienes las oyen, y salud para toda su carne”. Proverbios 4:22.
“Conviene recordar que la salud es tan contagiosa como la enfermedad”.
Por ello, “el mero hecho de persistir en el pensamiento de completa salud
estimula y pone las fuerzas vitales en condición de restaurarla,
Persiste con fe en esto que para mí es una oración:
“Soy imagen de Dios, vida de mi vida;
y como espíritu, como ser espiritual,
puedo excluir el mal de mi propia naturaleza.
Abro mi cuerpo -piensa en la parte afectada-
lo abro completamente al creciente influjo de Dios,
que desde entonces fluye y circular por mi cuerpo
intocado el proceso de mi curación”.
Rodolfo Waldo Trine
Rodolfo Waldo Trine