Te entrego los pensamientos de cada dÃa;
mis palabras y obras; las respiraciones y
palpitaciones
del corazón en gloria y honra vuestra.
No permitas que mis ofensas te lleguen,
ni te falle.
Que esté pronta a obedecer la misión para
la cual me creaste.
Tú permitiste que naciera.
Deseo ver claro el sendero para servirte
y llegar a Ti.
Mi dulce Jesús, guÃa mis pasos para que
no tuerza el camino.
Que la adversidad no toque a mis puertas.
Sana mi cuerpo y fortalece mi espÃritu.
Ayúdame a acercarme a Ti, como Dios
se
acercó a nosotros a través de Cristo.
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