domingo, 6 de noviembre de 2011

Fortalécenos Señor.


Señor, que en nuestra casa, cuando se hable, nos miremos a los ojos
y busquemos crecer juntos; que nadie esté solo en la indigencia
o el aburrimiento;
que los problemas de los otros sean conocidos, no ignorados;
que pueda entrar quien tenga necesidad y sea bienvenido.

Señor, que en nuestra casa sea importante el trabajo, igual que la alegría; que la comida sea un momento de gozo y conversación;
que el descanso sea paz del corazón y del cuerpo;
que la riqueza sea estar juntos.

Señor, que en nuestra casa el más débil sea el centro de atención;
el más pequeño y viejo los más queridos; que el mañana no nos de miedo, porque Tú siempre estás cerca; que cada gesto esté lleno de significado.


Que sepamos dar gracias por todo lo que la vida nos ofrece y tu amor sostiene.
Señor, que nuestra casa sea un lugar de acogida, como la casa de 

                           Marta, María y Lázaro, en Betania. Amén                                            

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