domingo, 20 de mayo de 2012

El diálogo es un hijo predilecto de Dios, 
que bulle incesantemente en el seno de la Santa Trinidad.
El diálogo:
 -desata nudos,
-disipa suspicacias,
-abre puertas,
-soluciona conflictos,
-engrandece la persona,
-es vínculo de unidad y
-“madre” de la fraternidad.
Señor Jesús,
Haz que comprendamos que el diálogo es una búsqueda de la verdad.
Permite que nos complementemos.
Cristo Jesús,
danos humildad para no imponer nuestra verdad;
sabiduría y sensatez, para reconocer que todos nos equivocamos.
Danos generosidad para mirar sin prejuicio a nuestros semejantes,
y benevolencia para respetar las opiniones ajenas.

Señor Jesús,
ayúdanos a entender que todos necesitamos dar y recibir.
Danos la gracia de dialogar.

Recopilación de “La gracia de Dialogar” del P. Ignacio Larrañaga

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