“El diálogo es un hijo predilecto de Dios,
que bulle incesantemente en el seno de la
Santa Trinidad.
El
diálogo:
-desata nudos,
-disipa
suspicacias,
-abre
puertas,
-soluciona
conflictos,
-engrandece
la persona,
-es
vínculo de unidad y
-“madre”
de la fraternidad.
Señor Jesús,
Haz que comprendamos
que el diálogo es una búsqueda de la verdad.
Permite que nos complementemos.
Cristo Jesús,
danos humildad para
no imponer nuestra verdad;
sabiduría y sensatez,
para reconocer que todos nos equivocamos.
Danos generosidad para
mirar sin prejuicio a nuestros semejantes,
y benevolencia para
respetar las opiniones ajenas.
Señor
Jesús,
ayúdanos
a entender que todos necesitamos dar y recibir.
Danos
la gracia de dialogar.
Recopilación de “La gracia de Dialogar” del P. Ignacio Larrañaga
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