martes, 15 de mayo de 2012

Tómame

 

"Señor Jesús, con todo lo que soy, con todo lo que tengo
y lo que hago, lo que pienso y lo que vivo.

Tómame en mi espíritu, para que se adhiera a Ti;
en lo más íntimo de mi corazón, para que solo  te ame a Ti.

Tómame, Dios mío, en mis deseos secretos, para que sean mi sueño
y mi fin único, mi total adhesión y mi perfecta felicidad.

Tómame con tu bondad, atrayéndome a Ti.
Tómame con tu dulzura, acogiéndome en Ti.
Tómame, con tu amor, uniéndome a Ti.
Tómame, mi Salvador, en tu dolor, tu alegría, tu vida, tu muerte,
en la noche de la Cruz, en el día inmortal de tu Resurrección.

Tómame con tu poder, elevándome hasta Ti;
Tómame con tu ardor, inflamándome de Ti,
Tómame con tu grandeza, perdiéndome en Ti.

Tómame para la tarea de tu gran misión, para una entrega total
a la salvación del prójimo y para cualquier sacrificio al servicio
de tus hermanos.

Tómame, oh Cristo, mi Dios, sin límites y sin fin.
Toma lo que puedo ofrecerTe; no me devuelvas jamás lo que tomasTe,
de manera que un día pueda poseerTe a Ti en el abrazo del cielo,
tenerTe y conservarTe para siempre. Amén”.
Padre Ignacio Larrañaga,
 Comparto esta bellísima oración de desprendimiento y abandono, 


Para los seres que me son queridos y no Te conocen…Oh Jesús.
Que quizá jamás han sentido la necesidad de darTe gracias porque 
el “mundo” los ha acompañado.
Porque el dolor jamás ha tocado su humanidad, evitando que se acerquen a  Ti, dulzura única de amor.
Porque cuando te invocan, creen que eres justo con ellos para darles lo que a otros la vida se lo ha restado.
Porque no te han conocido…
Sin darse cuenta, no han despertado en su corazón Tu Espíritu.
Porque el mundo llena todas sus inquietudes, ansiedades, vacíos…
y sobre una mesa, dejan el pan de quienes tienen hambre…
Ellos también tienen hambre de Ti, mi adorable Señor.
Te alabo en el sacrificio de tu muerte en Cruz, para implorarte por ellos,
los seres que me son queridos y que están ausentes…
Perdóname si no te he dado a conocer…No hay disculpa!
Es la distancia de mi alma que frágil Ha sido distanciada y que ansiosa Te busca para implorarTe que escuches mis ruegos, atiendas mis súplicas y abras la puerta para que Te alcancen, esos inocentes corazones
VACÍOS DE TI.


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