Joseph Murphy nos ofrece este magnÃfico consejo
para conversar con Dios si queremos curarnos.
“Entiende que Dios te ama y te cuida.
Si oras asÃ, tu miedo desaparecerá gradualmente.
Si oras para pedir por la salud de tu corazón, no
pienses
que ese órgano está enfermo, pues no serÃa un pensamiento
espiritual.
Pensar en un corazón enfermo o en la hipertensión es
algo que tiende
a sugerir más de lo que ya tienes.
Deja de obsesionarte por los sÃntomas, órganos o
cualquier parte del cuerpo.
Dirige tu mente a Dios y a Su amor.
Dirige tu mente a Dios y a Su amor.
Siente y entiende que sólo existe una presencia y un poder curativo.
Afirma de manera serena y amorosa que el poder fortalecedor,
vivificante y sanatorio de la presencia curativa fluye a través de ti
y te restaura a la totalidad.
vivificante y sanatorio de la presencia curativa fluye a través de ti
y te restaura a la totalidad.
Entiende y siente que la armonÃa, la
belleza y la vida de Dios se manifiestan
en ti como fuerza, paz, vitalidad, totalidad y acción correcta.
en ti como fuerza, paz, vitalidad, totalidad y acción correcta.
Sé completamente consciente de esto, y tu
corazón enfermo u otro órgano
afectado se curarán a la luz del amor de Dios.”
afectado se curarán a la luz del amor de Dios.”
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