Dame, Señor, la
prudencia de un astronauta y el coraje de un salvavidas
Dame, Señor, la
humildad de un barrendero y la paciencia de un enfermo.
Dame, Señor, el
idealismo de un joven y la sabiduría de un anciano.
Dame, Señor, la
disponibilidad del Buen Samaritano y la gratitud del menesteroso.
Dame, Señor,
todo lo que de bueno veo en mis hermanos, a quienes colmaste con tus dones.
Haz, Señor, que
sea imitador de tus santos, o, mejor,
que sea como Tú quieres:
que sea como Tú quieres:
Perseverante, como el
pescador, y esperanzado como el cristiano.
Que permanezca en el
camino de tu Hijo
y en el servicio de
los hermanos. Amén
Manual de Oración Encuentro, Padre Larrañaga
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