¿De dónde proceden las
guerras y las contiendas entre vosotros?
¿No es de vuestras
pasiones, que luchan en vuestros miembros?
Santiago 3, 16-4, 3
Invocando a la Virgen de las Mercedes
Más me valdría tener rejas…
Ésas que
puede el hombre derribar…
Y no éstas y aquéllas que envuelven mi
corazón,
porque de éllas, solo Dios puede
salvar.
Si mi alma fuese fuerte y mi corazón menos frágil,
suspendería de mí todas las REJAS que aprisionan el
espíritu que se me regaló y la Gracia que, sin merecer tengo.
Porque es en la debilidad mundana y en
el parloteo interior
que sueldo las rejas que aprisionan,
las que limitan, las rejas que me impiden
las que limitan, las rejas que me impiden
¡mirarTe!
Hay quienes estamos prisioneros, de
situaciones,
ímpetus, pasiones, impulsos, actitudes, acciones, estados, procederes, fases y hábitos…
ímpetus, pasiones, impulsos, actitudes, acciones, estados, procederes, fases y hábitos…
Si me detuviera a mirar viendo, a
escuchar oyendo,
a palpar sintiendo, despertaría en mi ser, la humildad del Samaritano,
la alegría de Juan Pablo II, la dedicación de sor Teresa de Calcuta,
la firmeza
de San Agustín, la indulgencia de Padre Pío,
la bondad de San Pedro Claver,
la bondad de San Pedro Claver,
¡El
Amor de Jesús!
Dedicado a los privados de
libertad.
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