domingo, 22 de septiembre de 2013

Oración a Cristo

 Estás aún, todos los días entre nosotros.

MI JESÚS PARLANTE
Vives entre nosotros, a nuestro lado,
sobre la tierra, que es tuya y nuestra;
sobre esta tierra que, niño, te acogió 
entre los niños,
y, acusado, te crucificó entre ladrones;
vives con los vivos, sobre la tierra 
de los vivientes,
de la que te agradaste y a la que amas;
vives con vida sobrehumana en la tierra 
de los hombres, invisible aún 
para los que te buscan, quizá debajo 
de las apariencias de un pobre que mendiga 
su pan y a quien nadie mira.
Pero ha llegado el tiempo en que es 
fuerza que Te muestres de nuevo 
a todos nosotros y des una nueva señal 
perentoria e irrecusable a esta generación.
Tú ves, Jesús, nuestra pobreza.
Tú ves cuán grande es nuestra pobreza;
no puedes dejar de reconocer cuán 
improrrogable es nuestra necesidad,
cuán dura y verdadera nuestra angustia, 
nuestra indigencia, nuestra desesperanza;
sabes cuánto necesitamos de una 
extraordinaria intervención tuya, 
cuán necesario nos es tu retorno.

Jardín Botánico, foto de Susana
Aunque sea un retorno breve, 
una llegada inesperada,
seguida al punto de una 
desaparición súbita;
una sola aparición, un llegar 
y un volver a partir, una palabra 
sola al llegar,
una sola palabra al desaparecer, 
una sola señal, un aviso único,
un relámpago en el cielo, 
una luz en la noche, 
un abrirse del cielo,
un resplandor en la noche, 
una sola hora de tu eternidad,
una palabra sola por todo tu 
                              silencio.


Tenemos necesidad de Ti, de Ti solo y de nadie más.
Solamente Tú, que nos amas, puedes sentir hacia todos nosotros,
los que padecemos, la compasión que cada uno de nosotros
siente de sí mismo.
Tú solo puedes medir cuán grande, inconmensurablemente grande,
 es la necesidad que hay de Ti en este mundo,
en esta hora del mundo.

Giovanni Papini (1881-1956).
Convertido al catolicismo.

El amor no es capaz de ver los lados malos de un ser;
el odio no es capaz de ver los lados buenos.
El dinero, que ha hecho morir a tantos cuerpos,
hace morir todos los días a miles de almas.

¡No a la guerra!     ¡No al aborto!

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