¡Señor! Ten misericordia de Colombia |
“De nuevo vino la palabra del
Señor sobre Jonás: "Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale
el mensaje que te digo." Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el
Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla.
Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando:
"¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!" Creyeron en Dios
los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños.
Llegó el mensaje al rey de Nínive; se levantó del trono, dejó el
manto, se cubrió de saco, se sentó en el polvo y mandó al heraldo a proclamar
en su nombre a Nínive: "Hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben
bocado, no pasten ni beban; vístanse de saco hombres y animales; invoquen
fervientemente a Dios, que se convierta cada cual de su mala vida y de la
violencia de sus manos; quizá se arrepienta, se compadezca Dios, quizá cese el
incendio de su ira, y no pereceremos." Y vio Dios sus obras, su conversión
de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que
había amenazado a Nínive, y no la ejecutó”. Jonás
3,1-10. Casa para tu fe Católica-
Las Alianza de Dios |
En el actual comportamiento
de la humanidad, nos haría
falta asimilar las palabras
del Señor a Jonás y la
actuación de Jonás, en
obediencia al Señor.
Una respuesta de humildad
de parte del rey de Nìnive:
“Examen de conciencia,
contrición de corazón y
propósito de la enmienda".
¡No a la Guerra, ni al aborto!
Dureza de corazón |
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