El 30 de septiembre se celebra la fiesta de San
Jerónimo,
Traductor de la Biblia al latín, al reconocer que la
gente de su época, ya no hablaba griego.
Con silencio y equilibrio, “La Biblia dice:
“CALLA, Y SABRÁS QUE SOY DIOS”.
Salmo 8
Señor
Dios Nuestro,
¡Qué admirable es tu
nombre en toda la tierra!
Cuando
contemplo el cielo,
Obra de
tus dedos,
la luna
y las estrellas
que has creado,
¿Qué es
el hombre para
que te acuerdes de él,
el ser
humano para
darle poder?
Lo
hiciste inferior
a los ángeles, lo
coronaste
de gloria y dignidad,
le diste
el mando
sobre
las obras de tus manos,
todo lo
sometiste bajo sus pies.
Rebaños
de ovejas y toros,
y hasta
las bestias del campo,
las aves
del cielo, lo peces del mar,
todo lo
sometiste bajo sus pies.
Es la Santa Biblia el libro de siempre, actualizado,
que no necesita presentación.
“La Biblia no enseña cómo va el
cielo, sino cómo se va al cielo”.
San Agustín
Otra
riqueza en mi espiritualidad
El Devocionario
Encuentro de el
Padre
Ignacio Larrañaga
¡No a la guerra, ni al aborto!
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