Siempre he
sabido que una Eucaristía es el mejor regalo al Señor
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Iglesias vacías... |
A la hora de tu
muerte, tu mayor consuelo
serán las Misas que durante tu vida oíste.
Cada Misa que
oíste te acompañará
en el tribunal divino y abogará para
que alcances perdón.
Con cada Misa
puedes disminuir el
castigo temporal que debes por
tus pecados, en proporción con
el fervor con que la oigas.
Con la
asistencia devota a la
Santa Misa, rindes el mayor
homenaje a la Humanidad
Santísima
de Nuestro Señor.
La Santa Misa bien oída suple
tus muchas negligencias y
omisiones.
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Iglesias llenas |
Por la Santa Misa bien oída se
te perdonan todos los pecados
veniales que estás resuelto a evitar,
y muchos
otros
que ni siquiera te acuerdas.
Por ella pierde
también el demonio dominio sobre ti.
Ofreces el mayor
consuelo a las
benditas ánimas del Purgatorio
Consigues
bendiciones en tus
negocios y asuntos temporales.
Una Misa oída
mientras vivas
te aprovechará mucho más
que muchas que ofrezcan
por ti después
de la muerte.
Te libras de
muchos peligros
y desgracias en los cuales
quizás caerías sino fuera por la Santa
Misa.
Acuérdate
también de que con ella acortas tu Purgatorio.
Con cada Misa
aumentarás tus grados de gloria en el Cielo.
En ella recibes la bendición del
sacerdote, que Dios ratifica en el cielo.
Al que oye Misa
todos los días, Dios lo librará de una muerte trágica
y el Ángel de la guarda
tendrá presentes los pasos que dé para
ir a la Misa, y Dios se los premiará en su muerte.
Durante la Misa te arrodillas en medio
de una multitud de ángeles
que asisten invisiblemente al Santo Sacrificio con
suma reverencia.
Cuando oímos
misa en honor de algún Santo en particular,
dando a Dios gracias por los
favores concedidos a ese Santo,
no podemos menos de granjearnos su protección y
especial amor,
por el honor, gozo y felicidad que de nuestra buena obra se le
sigue.
Todos los días
que oigamos Misa, estaría bien que además
de las otras intenciones, tuviéramos
la de honrar al Santo del día.
La Misa es el don más grande que se puede ofrecer al Señor
por las almas,
para sacarlas del purgatorio, librarlas de sus penas y llevarlas
a gozar de la gloria. – San Bernardo de Sena.
El que oye Misa,
hace oración, da limosna o reza por las almas
del Purgatorio, trabaja en su
propio provecho. – San Agustín.
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Iglesias Y ángeles AUSENTES |
Por cada Misa
celebrada u oídas con devoción, muchas almas
salen del Purgatorio, y a las que
allí quedan se les disminuyen
las penas que padecen. – San Gregorio el Grande,
Papa.
Durante la celebración
de la Misa, se
suspenden las penas
de las almas por quienes ruega y obra el sacerdote,
y
especialmente de aquellas por las que ofrece la Misa. –
San Gregorio el
Grande
Puedes ganar también Indulgencia Plenaria todos los lunes
del año ofreciendo la santa Misa y Comunión en sufragio
de las benditas almas
del Purgatorio.
Para los fieles que no pueden oír Misa el lunes
vale que la
oigan el domingo con esa intención.
Se suplica que apliquen todas las indulgencias en sufragio
de las Almas del Purgatorio, pues Dios nuestro Señor,
y ellas le recompensarán
esta caridad.
La Santa Misa es la
renovación del Sacrificio del Calvario,
el Mayor acto de adoración a la Santísima Trinidad.
Por eso es obligación oírla todos los domingos y fiestas de guardar.
No al aborto, a la disfrazada pandemia,
al secuestro religioso y al idealismo de género.