Te he buscado, Señor,
en la medida
de mis capacidades
y el poder que Tú me diste,
empeñándome en comprender
con mi inteligencia
lo
que creía por la fe;
y disputé y me fatigué en demasía.
Señor y Dios mío,
única esperanza, óyeme
para que no sucumba
al desaliento y deje
de buscarTe; ansié
siempre tu rostro con ardor.
única esperanza, óyeme
para que no sucumba
al desaliento y deje
de buscarTe; ansié
siempre tu rostro con ardor.
Dame fuerzas para la búsqueda.
Tú que permitiste que te encontrara,
y me has dado esperanzas de un
conocimiento más
perfecto.
Ante Ti está mi firmeza y mi
debilidad;
sana ésta, conserva aquélla.
P. Ignacio Larrañaga |
y mi ignorancia;
si me abres,
recibe al que entra,
y si me cierras la puerta,
abre al que insiste en llamar.
recibe al que entra,
y si me cierras la puerta,
abre al que insiste en llamar.
Encuentro
N° 42 – Ignacio Larrañaga
¡No al aborto, ni a la guerra!
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