domingo, 20 de abril de 2014

SEÑOR DE LA VICTORIA

Cuando todo se desmorona
en los proyectos humanos,
en los apoyos terrestres;
cuando de nuestros más bellos sueños, 
solo nos queda la desilusión;
cuando nuestros mejores
esfuerzos y nuestra firme
voluntad no alcanzan el
objetivo propuesto;
cuando la sinceridad y el
ardor del amor nada consiguen,
y el fracaso está ahí, desolador y cruel
frustrando nuestras más bellas esperanzas,
Tú permaneces Señor, indestructible y fuerte,
Nuestro amigo que Todo lo puede.
Jesús triunfante, abandona el Sepulcro
Tus designios permanecen
Intactos, nada puede
impedir que tu voluntad
se cumpla.
Tus sueños son más bellos
que los nuestros,
y Tú los realizas.
Conviertes los fracasos
En un triunfo mayor,
nunca eres vencido.
Tú que de la pura nada
haces surgir el ser y la vida,
tomas nuestra impotencia
en tus manos creadoras Señor,
con infinito amor,
y la haces producir un
fruto, obra tuya, mejor que
todos nuestros deseos.
En Ti, nuestra esperanza
se salva del desastre,
cumplida en plenitud. Amén
Manual de oración 
ENCUENTRO P. Larrañaga

No hay comentarios:

Publicar un comentario