domingo, 28 de septiembre de 2014

Deja que el corazón hable a DIOS

Plegaria en el dolor...
Tú que sabes abrir con dulce mano sobre un tallo de espinas una flor!
Dame, Señor, dulzura en el sufrir dame resignación;
pon flores en el tallo de mi ardiente dolor.
Pon sonrisa de paz en las heridas que ahogan mi corazón;
dame  perfume humilde de paciencia dame silencio manso... 
dame amor...
Yo no quiero llorar con ojos agrios cuajados de pasión;
quiero llanto copioso que no escalde la tierra en que cayó.
No quiero con despecho y con soberbia profanar mi dolor;
quiero besar, humilde, de rodillas con dulce labio, tan sagrado don…
Quiero mostrar al mundo como llora quien llora por tu amor…
Quiero mostrarTe a Ti, dulzura mansa quien llora por tu amor...
Enséñale la fe a mi corazón!

 Tú que sabes abrir con dulce mano sobre un tallo 
de espinas, una flor.

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