Así dice el
Señor: "A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel;
cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo
al malvado: "¡Malvado, eres reo de muerte!", y tú no hablas, poniendo
en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su
culpa, pero a ti te pediré cuenta de su
sangre; pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta,
si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida." Ezequiel 33,7-9
Venid,
aclamemos al Señor, / demos vítores a la Roca que nos salva; / entremos a su
presencia dándole gracias, / aclamándolo con cantos. R.
Entrad,
postrémonos por tierra, / bendiciendo al Señor, creador nuestro. / Porque él es
nuestro Dios, / y nosotros su pueblo, / el rebaño que él guía. R.
Ojalá escuchéis
hoy su voz: / "No endurezcáis el corazón como en Meribá,
/ como el día de Masá en el desierto; / cuando vuestros padres me pusieron a
prueba / y me tentaron, aunque habían visto mis obras." R. Salmo 94
Dejad la puerta abierta al perdón |
Hermanos: A nadie le debáis nada, más que amor; porque
el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el
"no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás" y
los demás mandamientos que haya, se resumen es esta frase: "Amarás a
tu prójimo como a ti mismo." Uno que ama a su
prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera. Romanos 13,8-10
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si tu
hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a
tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el
asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso,
díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad,
considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en
la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra
quedará desatado en el cielo.
Os aseguro,
además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir
algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en
mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."
Mateo 18,15-20
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