Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en
paz,
porque mis ojos han visto al Salvador,
Luz para iluminar las
naciones
y Gloria de tu pueblo, Israel. (Lc. 2, 29-32)
Cuando Simeón exclama que Jesús es Luz
para iluminar a las naciones,
se está refiriendo a la profecía
de Isaías sobre el Mesías.
Simeón está diciendo que ese bebé es el siervo del Señor,
Luz de las naciones, para que la salvación llegue
a todos los confines de la tierra (Is. 49, 6).
Pero hay otra frase en la exclamación de Siméon:
Gloria del Señor.
La
gloria del Señor era la expresión utilizada
para describir la
manifestación de la presencia de Dios.
Esa presencia se manifestaba
sobre el Arca de la Alianza
y en el Templo, en forma de nube (ver Ex. 40, 34-35).
Que la Navidad continue presente entre la humanidad, y nosotros en la contemplación del Niño de Belén, para paz del mundo y en cada familia.
No al aborto
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