sábado, 29 de diciembre de 2012

Simeón y el Niño Jesús

 
Ahora, Señor, según tu promesa,
 puedes dejar a tu siervo irse en paz, 
porque mis ojos han visto al Salvador, 
Luz para iluminar las naciones 
y Gloria de tu pueblo, Israel. (Lc. 2, 29-32)
Cuando Simeón exclama que Jesús es Luz 
para iluminar a las naciones,  
se está refiriendo a la profecía 
de Isaías sobre el Mesías.  
Simeón está diciendo que ese bebé es el siervo del Señor, 
Luz de las naciones, para que la salvación llegue 
a todos los confines de la tierra (Is. 49, 6).
Pero hay otra frase en la exclamación de Siméon:   
Gloria del Señor.   
La gloria del Señor era la expresión utilizada 
para describir la manifestación de la presencia de Dios.  
Esa presencia se manifestaba sobre el Arca de la Alianza 
y en el Templo, en forma de nube (ver Ex. 40, 34-35). 

Que la Navidad continue presente entre la humanidad,  y nosotros en la contemplación del Niño de Belén, para paz del mundo y en cada familia.
No al aborto

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