sábado, 17 de diciembre de 2011

La Gracia viene a nuestra familia


Para los católicos es muy importante la “Misa de Gallo”, denominada así por la cercanía a la madrugada, pues se celebraba a media noche; hoy se celebra  después de  las 9 p.m.

El Niño Jesús nace en nuestro corazón cada año según la mitología romana desde 1700, sin embargo, sabemos que Dios permanece en nosotros y su Unigénito es el protagonista de esta remembranza.

Lo más significativo que tiene la celebración de la Navidad es el sentido de reconciliación que existe entre familiares y amigos.
Estado reflexivo y  proyección de metas para el año siguiente.

La cena principal es el 24 de diciembre a media noche o almuerzo el 25;
las comidas son frugales y ricas en postres.

Bendición de la cena
Celebraremos la fiesta de la familia alrededor de la mesa. Nos sentaremos los niños y los adultos, para comer el pan y los manjares.
 Sencilla y fervorosamente rezaremos.

Oh llave de David, que abres y nadie puede cerrar,
a Ti la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…”
–“Oremos: Señor, Dios nuestro, Tú abres los cielos y desciendes al mundo, liberas a los cautivos de la muerte y nos abres las puertas de tu Reino por tu Mesías, Hijo de David, Jesucristo. Bendice  esta mesa y ábrenos las puertas del banquete de las Bodas de tu Hijo.
 En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

Invocación a la Virgen de la Nochebuena
Señora de la Nochebuena, señora del silencio y de la espera,
esta noche nos darás otra vez al Niño. Velaremos contigo hasta que nazca,
en oración profunda y con un anhelo ardiente
para recibirlo en nuestra alma.

Cuando los ángeles canten “Gloria a Dios en los cielos” y Paz
en la tierra a los hombres amados por El”, se habrá encendido una
luz nueva en nuestras almas, habrá prendido la paz inmutable en nuestros corazones y se habrá pintado de alegría nuestro rostro, para contagiar.
En casa, en silencio, sin las tinieblas de la noche se pacificará la
nerviosidad de los hombres y cambiará la tristeza en alegría.

Cantaremos y alabaremos al Señor, comunicando 
la alegría y la gratitud al Niño Dios.

Afuera el mundo seguirá lo mismo:
-         Habrá pueblos sin Nochebuena porque están en guerra.
-         En algún hogar tampoco habrá Nochebuena por falta de perdón.
-         Algún corazón no tendrá paz, por falta de amor.

Señora de la Nochebuena, madre de la luz, Reina de la Paz,
causa de nuestra alegría, que en nuestro corazón nazca esta noche otra vez Jesús, para toda mi familia,  mis hijos y parientes, para mis amigos y con quien no tenemos empatía, para quien esté distanciado;
para quien me haya causado dolor, para mi pueblo, mi patria, el mundo entero y sobre todo, que nazca otra vez Jesús para Gloria del Padre. Amén          
Cardenal Eduardo Pironéo

No hay comentarios:

Publicar un comentario