sábado, 3 de diciembre de 2011

Señora del Silencio

     Nunca la comunicación es tan profunda
 
Como cuando no se dice nada,  
Y nunca el silencio es tan elocuente
Como cuando nada comunica.
I
Madre del Silencio 
y de la Humildad.
Tú vives perdida y encontrada
En el mar sin fondo del 
Misterio del Señor.
Eres disponibilidad y receptividad.
Eres fecundidad y plenitud.
Eres atención y solicitud por 
los hermanos.
Estás vestida de fortaleza.

En Ti resplandece la 
madurez humana
Y la elegancia espiritual.
Eres señora de Ti misma
Antes de ser señora nuestra.
No existe dispersión en Ti.
En un acto simple y total,
Tu alma, toda inmóvil,
Está paralizada e 
identificada con el Señor.


Encuentro:
Ignacio Larrañaga

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