Hace algunos años en Colombia solo se armaba
el pesebre y era todo un acontecimiento elegir el lugar y salir de paseo a
recoger lama y musgo, antes del inicio de la novena.
Se acabó la costumbre para preservar
los bosques y desarrollar el sentido ecológico.
Existen diferentes historias y leyendas respecto de la tradición para vestir el árbol de Navidad, originario de Alemania y popularizado por Holanda; se ha vuelto costumbre en el mundo entero, vestirlo para dar colorido.
Debe tomarse como
lo que es y no como mitología o costumbre
pagana.
Antiguamente, se celebraba el
nacimiento del sol; como era tan especial la tradición, se le dio un sentido espiritual y quedó con carácter religioso.
Con el Ecumenismo el Árbol de
Navidad ha tomado importancia en la religión Católica y algunas iglesias lo
visten.
En Babilonia, por un sueño, el reverdecer de
un árbol viejo, es la significación de que nacerá un nuevo hijo.
En Francia, también en un sueño, unos labriegos,
ven reflejarse sobre un pino, a la Sagrada Familia.
Alemania: En tiempos remotos, después del
invierno, por la época de Navidad. vestían un
pino con manzanas, para augurar abundancia de comida.
Lutero, un 25 de diciembre salió al
jardín y a través de un pino, vio como se reflejaban las estrellas,
quiso repetir la visión, tomó un pino y le puso bombillos.
Ninguna de las interpretaciones
anteriores y otras que habrá, respecto del pino navideño son paganas, además adornarlo,
da vistosidad. Colocarlo junto al pesebre hace un complemento de nuestra
fe.
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